Lección 35: Mi mente es parte de la de Dios. Soy muy santo.
Desde la primera lección de este curso, se te muestra cómo un Hijo de Dios, que aún no recuerda Quién ES, trata de recordar la Verdad de Dios. Cada lección es un pensamiento que le recuerda que no es lo que cree ser, que hay otra Verdad que desconoce. En la lección 27 llega a la conclusión de que todo depende de UNA elección, ahora sabe qué es lo que quiere. A partir de ahí empieza a florecer, empieza a adquirir seguridad, sus pensamientos empiezan a cambiar, empieza a pensar como piensa un Hijo de Dios. Con la lección 30 comprende finalmente el por qué nunca se separó de Su Padre y a partir de ahí cada lección se convierte en un pensamiento que un Hijo de Dios tiene al confiar en lo que en verdad ES.
Cada vez que llenas tu mente con las ideas de cada lección la ayudas a sanar. Sanan tus pensamientos de separación porque los llevas a la Luz (a pensamientos que te recuerdan lo que sí Eres). Cada lección te enseña a pensar correctamente, a pensar como un Hijo de Dios. Cada lección te ayuda a soltar tus pensamientos errados. Tú Eres el Hijo de Dios. Así, esta lección es otra manera de recordarte la Verdad, si lo que percibes no es la santidad de tus hermanos es porque te estás creyendo separado de la Mente de Dios, estás creyendo ser lo que no eres, para que sueltes esos pensamientos y vuelvas a encauzarlos a la Verdad de Quién Eres.
Aún no te crees un Hijo de Dios, pero puedes entrenar tu mente a pensar correctamente, a pensar como piensa un Hijo de Dios. Cada lección te muestra qué pensar ante cada tropiezo que pudieras tener, cada lección te encamina hacia la Verdad de Quién Eres. No tienes que rendirte, si tus pensamientos niegan la Verdad, y creer que no puedes pensar de otra manera, ése es el ego que quiere convencerte de ser lo que no eres, no lo escuches, tú Eres Paz, y si lo que sientes no es Paz, entonces, no estás escuchando a tu Espíritu sino al ego, deja ir esos pensamientos y escucha la Verdad en tu interior.
Hoy vuelves a recordar que la Verdad no se encuentra en lo que perciben tus sentidos porque éstos están gobernados por el ego. Lo que crees ver, oír, tocar, etc., tan sólo son ilusiones de un pasado que nunca fue real, es tu sueño. La Verdad se ve con el corazón, la visión del Amor, la visión del Cristo en ti.
El Cristo en ti sólo ve la Verdad porque sabe que sólo hay UNA SOLA MENTE, Dios y Él son UNO, el Cristo en ti reconoce SU SANTIDAD. La santidad no se nos otorga por ser "buenos", la santidad es lo que Somos cuando nos identificamos con el Hijo de Dios. Tú Eres Cristo, el Hijo de Dios, tu Verdad está en tu interior a la espera de que la reconozcas y, entonces, lleves esa Verdad a tu mundo, viendo todo como tu Ser, porque así es. No hay nada externo a ti, todo es tu Ser, y si tu Ser es Amor, todo es tan santo como tú.
Observa tu mundo, si lo que percibes altera tu paz, entonces, escucha tus pensamientos porque con seguridad están negando lo que tú Eres y todo Es, y una vez los identifiques aplica la idea de hoy. Nada de eso es verdad, tu mente es parte de la de Dios. Eres muy santo y tú eliges pensar como un Hijo de Dios, reconociendo en cada cosa y cada ser que percibes a tu Ser, a la santidad, a la perfección, sin dar valor a lo que niega lo que tú Eres. Eres muy santo, lo que significa que en ti está Cristo, está el Amor, está Dios, porque Eres parte de Él. La manera de aprender esto es reconociendo en cada cosa, en cada ser, en TODO, al Cristo, al Amor, a Dios, porque al hacerlo, estás enseñándote que eso es lo que tú ERES. Te enseñas Unidad. Dios y tú son UNO, lo que significa que no das valor a las apariencias sino siempre al contenido, a su santidad.
Sólo cuando las apariencias reflejen tu santidad (veas en ellas únicamente la perfección del Amor de Dios) estarás viendo el mundo real. Llegas a él cambiando tu manera de pensar, confiando únicamente en la Verdad de lo que tú Eres.
Este curso, con las lecciones, el texto y demás material es una guía no sólo para que recordemos que Somos (la Filiación) el Hijo de Dios sino para que pensemos como él, es decir, nuestro objetivo es identificarnos con Quien realmente Somos y para poder hacerlo primero tenemos que soltar nuestra creencia en lo que creemos ser, un ego. Una vez aprendamos con el Espíritu Santo/Jesús a pensar y mirar el mundo de otra manera (la verdadera visión) soltaremos al ego, porque comprenderemos que eso no es lo que Somos y, al comprenderlo, aceptaremos nuestra verdadera Identidad.
"Tu mente y la de Dios son una. Negar esto y pensar de otra manera ha conservado a tu ego intacto, pero ha dividido literalmente a tu mente. Como hermano que te ama, tu mente es de suma importancia para mí, y te exhorto a seguir mi ejemplo cuando te contemples a ti mismo o cuando contemples a tu hermano, y a que veas en ambos las gloriosas Creaciones de un Padre glorioso." UCDM
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