Lección 30: Dios está en todo lo que veo porque Dios está en mi mente.
El mundo que has fabricado es el reflejo de tu estado interior, si lo que sientes es miedo (y lo sientes desde el momento en que te crees separado de Dios, de tu Divinidad, desde el momento en que no sientes Amor en tu interior) proyectas en la pantalla de tu mente todos esos pensamientos que temes y que rechazas como tuyos y al percibirlos "fuera", como formas con cuerpo, reaccionas, los has interpretado, les has dado un significado, haciéndolos reales para ti y al hacerlos reales para ti te identificas también con una forma, un cuerpo. Pero no hay nada "afuera". Todo es una misma Mente, un mismo Espíritu y ES Amor, no cuerpo, porque el Amor no tiene forma.
Las formas no significan nada, no son ni "buenas" ni "malas", son solo proyecciones mentales, lo que realmente significa algo es el Espíritu dónde éstas aparentan moverse o estar. Hoy vas a tratar de ver ese Espíritu, el Amor en ti, que no se ve con los ojos sino con el corazón.
Primero comprende qué estás viendo.
Tú que te crees forma no recuerdas que eres Espíritu, no recuerdas que eres Amor porque te consideras separado de Él. Lo que crees ver, en realidad lo estás soñando. Tú eres la causa de todo lo que percibes, el soñador de tu sueño, y el mundo es el efecto, TU sueño. Eres causa y efecto porque sólo hay UNO. Todo lo que te sucede y percibes en tu vida, tú mismo lo has soñado, no existe la casualidad, o el azar, el mundo no hace nada por sí solo, tú eres el "gran titiritero". Es como si tuvieras esquizofrenia, crees que tu mundo es la realidad pero es tu invención. No ves el mundo real. Pero el Espíritu Santo/Jesús te dice que todo sucede en tu mente y que, por tanto, sólo tienes que cambiar tu manera de pensar para que puedas ver el mundo real.
Lo que ves SIEMPRE es un reflejo de tus pensamientos, para que tus pensamientos reflejen la Realidad eleva tu estado emocional. Cuando lo que sientes es Amor entonces ese pensamiento es como un canto de gratitud por lo que ya Es, no pides. Afirmas lo que Eres. Confías en lo que Eres y el Amor responde a tu fe con Amor.
Sólo existen dos emociones: Amor o miedo, una es real, la otra no. Cuando no tienes fe, cuando no confías en lo que Eres y todo ES, entonces, invariablemente, sientes miedo. La mejor manera de dejar de sentir miedo es poner al Amor por encima de todo, reforzar tu fe, tu confianza, en Él, no permitiéndote alimentar al miedo sino al Amor, con más Amor. Esta lección te encamina a ello.
El miedo es el resultado de creer no sentir el Amor, de creerte separado de Dios, de no ser Espíritu sino cuerpo, y de que, por tanto, puedes morir. Crees haber perdido tu invulnerabilidad. El ego oculta tu miedo enmascarándolo en múltiples formas pero, si lo que sientes no es Amor (Dicha, Paz) entonces, parezca ser lo que parezca ser lo que percibes, estás experimentando miedo y si sientes miedo pensarás con miedo, lo que hará que proyectes imágenes que nada tienen que ver con la Realidad de Dios.
El Espíritu Santo/Jesús te recuerda con esta lección que siempre estás Unido a Dios, al Amor, porque ESTÁ en tu mente. Dios está en todo lo que ves porque todo lo que ves ES tu mente, tu mente y la Mente de Dios son UNA, nunca te has separado de Dios porque eso ES IMPOSIBLE. ¿Puedes separar la luz? El Amor no se puede separar pero sí se puede negar y eso es lo que tu mente-ego hace, pone "nubes" sobre la Verdad, proyectando imágenes ilusorias sobre la Luz que en verdad Eres.
Solo cuanto aceptas que eres parte de Dios, que sólo hay UN Espíritu, UNA Luz, UNA Mente, dejas de sentir miedo, porque dejas de dar valor a la creencia de que eres un cuerpo, una forma, ¡eres invulnerable, todo es invulnerable, el cuerpo no es más que una ilusión de tu mente! y empiezas a identificarte con Quien sí Eres. Empiezas a sentir que Dios, el Amor, realmente está en tu mente y por tanto EN todo lo que ves, comprendiendo que, donde Él está, tú estás. Al dejar de dar valor a tu creencia errada, dejas de dar valor a tus ilusiones, a lo que percibes como cuerpo, a las apariencias, para escuchar en su lugar a la Inteligencia de tu corazón. Al Amor en ti. A medida que aprendes a sentir el Amor en ti empiezas a pensar con el Amor y, entonces, empiezas a ver el mundo real.
Estás listo para la visión en el momento en que estás listo para escuchar y sentir al Amor en ti (o lo que es lo mismo: en todo lo que ves) en vez de dar valor a las apariencias. El Amor te va a enseñar a reconocer el Amor por encima de las ilusiones, sintiéndolo en TODO.
El Amor es lo que tú Eres, la Unión de Creador y Creación. Lo que sientes es una expresión de lo que Eres. Te UNES a todo lo que ves porque reconoces el Amor en lo que ves, reconoces que todo surge de ti, no hay nada a parte de tu Ser. Todo está en tu mente y en tu mente ESTÁ el Amor, por lo que todo es perfecto.
No se está diciendo que el cuerpo sea perfecto sino la mente que lo imagina, porque Dios está en ella y cuando esa mente es consciente de su perfección empieza a cambiar de manera de pensar, donde ve imperfección ahora elige ver perfección, elige no volver a dar valor a lo que no es verdad, elige ver sólo la Verdad y, al elegirla, eso es lo que ve.
Dios está en tu mente. Siente esta Verdad en tu interior. Tú y el Amor SON UNO. Permítete sentir la alegría y la paz de saberte UNO con Él, de saber que en verdad eres invulnerable y eterno, que no eres un cuerpo. Todo es Amor porque tú Eres Su Creación. Su Hijo. Su Creación es invulnerable y eterna. Siente la Presencia del Amor en ti y desde esa certeza contempla el mundo. Ves paz, ves alegría, una perfecta luminosidad en todo. Lo ves a Él porque antes lo has aceptado en ti y si lo has aceptado en ti lo has aceptado en cada ser y en cada cosa que ves porque no hay nada separado de ti, todo es tu Ser.
Esta es la práctica de la Presencia del Amor en todo lo que ves, practicarla te liberará de la creencia de que eres lo que no eres, te liberará de la tentación de querer negar lo que Eres, porque dejarás de dar valor a las apariencias para dar valor a la Verdad en ti.
“Hoy vamos a intentar un nuevo tipo de “proyección”. No vamos a tratar de deshacernos de lo que no nos gusta viéndolo fuera. En lugar de ello, trataremos de ver en el mundo lo que está en nuestras mentes, y lo que deseamos reconocer se encuentra ahí. Así pues, estamos tratando de unirnos a lo que vemos, en vez de mantenerlo separado de nosotros. Ésa es la diferencia fundamental entre la visión y tu manera de ver.”
Cuando miras una cosa o un ser ya no lo miras fijándote en lo que aparenta ser, ahora te fijas en lo que en verdad ES, así, si lo que percibes no es Amor, en vez de creer que lo que estás viendo es real, verás en tu corazón la Verdad en eso que estás viendo. Por ejemplo:
Percibes a un niño llorando mientras pide comida en la calle, en vez de identificarte con lo que estás viendo y negar lo que en verdad Eres y Todo ES, te identificas con el Amor. Te unes a él porque lo reconoces como parte de ti. En tu corazón ves a ese niño sonriente, feliz, pleno, y das valor a eso que ves en tu corazón y no a lo que ven tus ojos porque sabes que el Amor es perfección. Eso es lo que Eres y lo que el niño Es.
Todo es mente, que algo parezca estar "afuera" de tu mente no quiere decir que sea verdadero. Estás viendo tu sueño proyectado y si lo que ves es un sueño de miedo, ahora eliges soñar con Amor, donde lo que ves es lo que realmente crees que ERES.
Tu certeza en lo que en verdad Eres hace que tu mente se alinee con el Amor y que te niegues a aceptar tus pensamientos errados como verdaderos.
Otro ejemplo, alguien te dice que está muy enfermo, o te dicen que eres tú quien está muy enfermo, en primer lugar recuerda que todo esto sucede en tu mente, y en tu mente está Dios, el AMOR, por lo que, si lo que percibes no es Amor, entonces, no es posible que eso sea real. Todo lo que no es Amor, todo lo que no sea una imagen de la paz, de la dicha, de la salud, lo llevas a tu corazón y desde ahí, desde el Amor, lo ves como en verdad ES, pleno de salud y feliz.
Siempre eres tú quien elige cómo debe ser tu sueño, porque tú eres el soñador de tu sueño, no estás a merced de nada "externo" porque no hay nada "externo" a ti. Siente la Presencia del Amor en ti y desde ahí confía en que puedes ver este mundo como lo ve el Amor. Esta es la manera en la que recordarás Quién Eres, esta es la manera en que perdonas tus ilusiones, no dando valor a las apariencias sino viéndolas como en realidad son.
No tratas de cambiar las apariencias, el mundo externo, querer hacerlo es creer que las apariencias son reales, se trata de verlas desde tu corazón, desde la Verdad en ti, y luego sigues adelante. Se las dejas al Amor y el Amor se encarga del resto. Para ti ya está hecho, no importa si ves algún cambio en la forma o no, el Amor ES Amor, tu confianza en lo que Eres es suficiente, por eso se lo dejas al Amor, porque no dudas de lo que en verdad ES. Vivir desde la Presencia es vivir desde la confianza de que ya todo está hecho, es vivir en gratitud. Es así como los milagros se suceden, no porque tú los pidas sino porque son el resultado natural de tu cambio en tu manera de pensar.
El ego ha entrenado a tu mente a pensar separadamente, a dar valor a los cuerpos y a negar Quién Eres y ahora la re-entrenas a pensar unificadamente, das valor a lo que TODO ES. Lo que aparenta ser cada forma es tan solo una ilusión, la Verdad está en su contenido porque Él está en tu mente, y tu mente y la Suya son la misma.
Empiezas a dar al mundo lo que en verdad Eres.
Al unirte a lo que ves, reconoces que es parte de ti, ES Amor, y lo llevas a tu corazón para, desde ahí, verlo en su perfección e invulnerabilidad. Estás eligiendo pensar desde el Amor en vez del miedo, desde lo que en verdad Eres en vez de la ilusión de lo que eres, y por lo tanto, eso es lo que ves.
Empiezas a ver tu mundo desde el Amor, porque te sabes en Su Presencia.
¿Realmente puedes decir que Dios está en todo lo que ves porque Dios está en tu mente y seguir aceptando el dolor, la enfermedad, el conflicto, la muerte, etc.? Hoy puedes empezar a dar a tu mundo la Verdad de lo que Eres, cambiando tus pensamientos y no cambiando la forma, porque la forma ES el resultado de tus pensamientos.
Cuando observas el mundo sin sentir el Amor en tu interior, sin sentir Su Presencia, lo que ves es el reflejo del miedo que sientes, ves vulnerabilidad, imperfección y muerte. Así has fabricado el mundo, a partir de ese miedo de creerte separado de Dios, por eso este mundo es imperfecto, plagado de conflictos, enfermedades, y muerte porque la parte de tu mente que se cree ego ha proyectado en el mundo lo que no quería ver en sí misma, sin darse cuenta de que en verdad lo estaba proyectando en sí misma, por lo que tu miedo, en vez de decrecer, ha crecido, fabricando un mundo de dolor y muerte.
Hoy reconoces Su Presencia en ti y en todo lo que ves, hoy sueltas la idea de proyectar lo que no quieres sentir porque eliges sentir el Amor en ti, eliges disfrutar de la Verdad.
Hoy empiezas a ver con tu verdadera visión, la visión que te muestra lo que en verdad HAY en ti. Esta visión no está limitada ni por el espacio ni por el tiempo porque todo sucede en tu mente, lo que significa que cualquier cosa que pienses, si piensas en ello sintiendo el Amor de Dios en ti, sintiendo Su Presencia en ti, esos pensamientos mostrarán la Verdad. Por lo que si hay algo que esté sucediendo cerca o lejos de ti o que haya sucedido cerca o lejos de ti, y que muestre tu error de pensamiento (dolor, sufrimiento, enfermedad, ira, muerte) elige observarlo ahora desde el Amor en ti, desde la Verdad en ti, elige observar esa situación desde el Amor, desde la Alegría, la Paz, la confianza, etc. y quédate con esas imágenes. No des valor al engaño, únicamente a la Verdad. No des valor a tus pensamientos errados porque, si lo haces, los haces reales para ti. Piensa como piensa el Amor. No fijes tu mirada en las ilusiones, en lo que aparentan ser las cosas, sino en las imágenes que el Amor te muestran y que sí son reales, así es como desarrollas tu confianza, usando tu verdadera visión, la visión del Amor.
El conflicto, el dolor, la enfermedad, etc. son debidos a que piensas con miedo, piensas creyendo que no eres Amor. Cambia tu manera de pensar y piensa creyendo que Eres Amor, porque lo ERES, piensa eligiendo ver las imágenes, que el engaño te muestran, como tú sientes que en realidad SON. Siente el Amor que en verdad Eres, siente a Dios en tu interior, y ahora mira el mundo como en verdad tiene que ser. Porque el mundo es parte de ti, ES lo que tú Eres, no puede ser otra cosa porque está en tu mente y en tu mente está Dios.
"Decide que Dios está en lo cierto con respecto a ti y que eres tú el que está equivocado. Él te creó de Sí Mismo, si bien, dentro de Sí Mismo. Él sabe lo que Eres. Recuerda que no hay alternativa a Él. No puede haber nadie, por lo tanto, que no goce de Su Santidad ni nadie que no merezca Su perfecto Amor. No dejes de llevar a cabo tu función de amar en un lugar falto de amor que fue engendrado de las tinieblas y el engaño, pues así es como se des-hacen las tinieblas y el engaño. No te falles a ti mismo, antes bien, ofrécele a Dios y a ti mismo Su irreprochable Hijo. A cambio de este pequeño regalo de aprecio por Su Amor, Dios Mismo intercambiará tu regalo por el Suyo." UCDM
"Tal como el ego quiere que la percepción que tienes de tus hermanos se limite a sus cuerpos, de igual modo el Espíritu Santo quiere liberar tu visión para que puedas ver los Grandes Rayos que refulgen desde ellos, los cuales son tan ilimitados que llegan hasta Dios. Este cambio de la percepción a la visión es lo que se logra en el instante santo. Mas es necesario que aprendas exactamente lo que dicho cambio entraña, para que por fin llegues a estar dispuesto a hacer que sea permanente. Una vez que estés dispuesto, esta visión no te abandonará nunca, pues es permanente. Cuando la hayas aceptado como la única percepción que deseas, se convertirá en Conocimiento debido al papel que Dios Mismo desempeña en la Expiación, pues es el único paso en ella que Él entiende. Esto, por lo tanto, no se hará esperar una vez que estés listo. Dios ya está listo; tú no." UCDM
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