LA MENTE DE CRISTO
Capítulo 1
El pensamiento del Cristo. No se trata de imitar a Jesús, sino de pensar con Su Conciencia.
Mucho se ha predicado sobre seguir a Jesús, se ha hablado de imitar su vida, de copiar sus actos, de repetir sus palabras, pero el poder transformador de su enseñanza no radica en reproducir sus gestos externos, sino en comprender y asumir la Conciencia desde la cual vivía. Porque Jesús no actuaba como actuaba por voluntad humana, lo hacía porque pensaba desde otro plano, desde otro nivel de realidad, desde una mente totalmente alineada con el Espíritu. Ese estado mental, puro, claro, sin conflicto, es lo que las escrituras llaman "la mente de Cristo" (1 Corintios 2:16) y no es un privilegio reservado a santos ni profetas, es una posibilidad viva para toda alma que decide de soltar la mente del mundo, y abrirse a pensar como piensa Dios.
Jesús no vino a demostrarnos algo inalcanzable, vino a revelar el potencial real del ser humano cuando su mente se fusiona con la Verdad. No dijo "harán milagros como yo", aunque sabía que los haríamos, dijo algo más profundo "yo y el Padre UNO Somos". Esa es la clave, no hacer como Cristo, sino pensar como él, ver como él, habitar la realidad desde donde él vivía. Porque todos los actos de Jesús eran consecuencia de su Conciencia, no multiplicaba panes desde la necesidad, sino desde la certeza de que la abundancia es Ley. No sanaba cuerpos desde la compasión humana, sino desde la visión espiritual que sabía que la enfermedad no tiene realidad en Dios. No perdonaba desde el ego herido, sino desde una mente que jamás se sintió separada.
El pensamiento del Cristo no es pensamiento positivo, no es una actitud optimista ante las dificultades, es un estado interior donde el miedo ha sido reemplazado por la Unidad, donde la duda ha sido reemplazada por la certeza, donde la reacción ha sido reemplazada por la visión.
Cuando piensas con la mente del Cristo ya no interpretas desde la herida, no actúas para defenderte, no respondes desde la memoria del dolor, no proyectas desde el temor, piensas con claridad, hablas con pureza y decides desde el centro y ese centro no es otro que Dios. Esto no es teoría, es práctica viva, es camino diario, y comienza con una sola elección: Renunciar a tu forma habitual de pensar, dejar de identificarte con tus pensamientos pasados, tus juicios, tus creencias aprendidas, y comenzar a observar la vida como si el mismo Cristo estuviera en tu lugar.
No es preguntarte ¿Qué haría Jesús?, es algo más poderoso: ¿Qué pensaría Jesús en esta situación? y aún más ¿Cómo vería esto la mente del Cristo en mí? Porque esa mente está en ti, no debes ir a buscarla fuera, solo debes deshacer lo que la oscurece y permitir que surja, como el sol después de la niebla.
Es el pensamiento del Cristo el que dice: "No juzguéis según las apariencias, el reino de Dios está entre vosotros, todo lo que pidáis en oración creed que lo recibiréis y os vendrá". Éstas no son frases bonitas, son mapas mentales, son fórmulas espirituales de funcionamiento universal, y tú tienes acceso a ellas.
No importa si llevas años atrapado en pensamientos de miedo, no importa si has pensado desde la carencia, la ira o la desesperanza, hoy puedes elegir otro pensamiento y con él otra vida. Cuando asumes el pensamiento del Cristo tu mundo cambia, no porque se ordenen mágicamente las circunstancias, sino porque ya no las ves como amenazas, sino como escenarios para recordar Quién Eres. Y Quién recuerda Quién es, ya no tiene que luchar por su valor, ni defender su postura, ni sobrevivir al día, solo permanece consciente, sereno y lleno de Luz.
Así vivía Jesús, no por poder propio sino porque su mente estaba clara y esa claridad es tu herencia, es tu verdad, es tu camino y el primer paso es sencillo. Cierra los ojos, respira y declara en silencio:
"Ya no pienso como el mundo, ahora pienso con la mente de Cristo, y esa mente en mi, ve solo Verdad, solo bien, solo Unidad. Yo y el padre somos Uno"
Haz esto, no una vez, sino muchas, hasta que ya no sea una declaración, sino una realidad viva, la única Realidad.
"La Mente de Cristo. Cómo pensar con el Espíritu y no con el mundo". Por Emmet Fox.
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