LA MENTE DE CRISTO
Introducción
Si el ser humano comprendiera el inmenso poder que yace en su pensamiento, no perdería un solo día más en alimentar el temor, el juicio o la duda. Si supiera que su mundo exterior no es más que un reflejo fiel de su estado interior, se levantaría en la mañana no solo para vivir, sino para renovar su mente y recordar Quién Es.
La verdadera conversión no es cambiar de religión ni de doctrina, no es memorizar credos, ni asumir costumbres nuevas, la verdadera conversión espiritual es cambiar de mente. Es pasar de una manera de pensar limitada, temerosa, mundana, a una manera de pensar en Línea Directa con el Espíritu, con el Principio, con la Mente de Dios. Es lo que las escrituras llaman "renovarse en el Espíritu de vuestra mente" Efesios 4:23, y lo que Jesús vino a mostrarnos con su vida, porque Jesús no vino solo a morir vino a pensar como el Espíritu piensa, y a demostrarnos que nosotros también podemos hacerlo. Su poder no estaba en sus milagros externos, sino en su perfecta alineación interior con la Fuente.
Jesús no pensaba con los pensamientos del mundo, pensaba con Dios y eso, amado lector, es lo que tú también estás llamado a hacer. No puedes experimentar Paz mientras pienses desde la división, no puedes vivir en gozo mientras pienses desde la escasez, no puedes recibir sanación mientras pienses desde la culpa, no puedes vivir como hijo del altísimo mientras pienses como si fueras huérfano.
El gran problema de la humanidad no es el pecado, ni la maldad, ni siquiera la ignorancia, es la mente no renovada, una mente que aún cree en la separación, una mente que piensa como piensa el mundo: desde el miedo, la competencia, el juicio, y el esfuerzo constante por defenderse de todo. Pero tú no fuiste creado para eso, fuiste creado para pensar con la mente de Cristo, una mente que no se ve afectada por las apariencias, que no juzga por lo que ven los ojos, que no se deja atrapar por la emoción fluctuante, sino que descansa en la Verdad que no cambia: que Dios es TODO y ese todo vive en ti.
Esta obra que ahora tienes ante ti, no busca convencerte, sino recordarte. No pretende imponerte una nueva forma de vida, sino ayudarte a soltar la vieja, la que ya no sirve, la que ya no resuena con el alma que empieza a despertar.
Aquí no encontrarás fórmulas vacías, ni discursos complicados, encontrarás Principios eternos, tan simples, que solo una mente en paz puede recibirlos. Encontrarás una invitación a soltar la mente humana, limitada, ansiosa, contradictoria, y a revestirte de una conciencia más alta, la Conciencia Crística, que no pertenece solo a un hombre histórico sino al Espíritu mismo, el que mora en ti.
Cada capítulo de este libro es un peldaño hacia esa renovación. No es teoría, es práctica. No es religión, es transformación. No es teología, es vivencia directa. Si lo lees con el corazón dispuesto comenzarás a ver cómo tus pensamientos cambian de color, cómo tu forma de hablar se vuelve más luminosa, cómo tu reacción ante los desafíos se transforma, y cómo, sin esfuerzo forzado, empiezas a vivir desde otra frecuencia. No desde el ego, sino desde el Cristo en ti, ese Cristo no es una persona, es una Conciencia, es la unión perfecta entre tu mente y la Mente Divina y esa Unión es la llave que abre todas las puertas.
¿Deseas paz? ¿Deseas salud? ¿Deseas libertad, dirección, propósito, gozo? Todo eso se te dará cuando cambies tu manera de pensar y pienses no como el mundo piensa sino como piensa Dios. A eso estás llamado, para eso has sido creado, y este libro es solo un recordatorio de que ya no necesitas seguir pensando como antes, porque la Mente de Cristo está en ti y te está esperando. ¿Estás listo para transformar tu vida?
"La Mente de Cristo. Cómo pensar con el Espíritu y no con el mundo". Por Emmet Fox.
